Un día común de visita a mi hijo en el penal
Hoy correspondía visita a Lucas
Cada semana es una ilusión poder encontrarme con él, poder abrazarlo y compartir juntos un café mientras reímos y hablamos de todo lo sucedido durante la semana.
Para mí el día comienza a las 6:00 a.m.; sin embargo, para muchas madres la marcha empezó antes de las 4:00 a.m., cuando toman el primer transporte público con destino hacia el penal. Entre autobuses, trenes, subtes, marchan cargadas de las comidas que prepararon para sus hijos, con bolsas de mercadería o, en ocasiones, sin poder llevar nada más que su compañía. Digo madres porque en su mayoría somos mujeres, madres las que hacemos las visitas.
Siempre las pienso apenas me despierto, y pido a Dios que cuide sus caminos.
Empiezo por encender el horno mientras me baño, para que esté caliente, y al salir, hornear la pizza que tanto disfruta Lucas cada semana. Mientras tanto, me dio tiempo de hacerle unas tortillas de maíz y gallo pinto con huevo, que como buenos ticos no puede faltar por las mañanas en el desayuno.
Empaqué todas mis cosas: el café, la comida, junto con los paquetitos de refresco instantáneo, porque no soporta el sabor del agua aquí en Argentina. Algo tan simple que en Costa Rica no valorábamos: abrir una cañilla y tomar agua del tubo sin necesidad de saborizantes.
Para mí ahora es simple cargar las bolsas y salir a recorrer el camino, a pesar del mal tiempo, porque hoy en la mañana llovía sin parar y hacían 4 grados de temperatura. Amanece alrededor de las 8:00 a.m en esta época. Fue fácil colocarse los abrigos, levantar las bolsas y conducir la media hora que tengo de viaje hasta el penal.
Siempre llevo conmigo un playlist de música con canciones que me recargan de energía y al que nombré: Mi camino. Escuchando a Paky Gómez cantar Ábrete Corazón y dejarme conmover hasta el alma mientras canto:
🎶 "Ábrete corazón
Ábrete sentimiento
Ábrete entendimiento, deja a un lado la razón
Y deja brillar el sol que se halla en tu interior...
✨
Ábrete corazón y recuerda
Cómo el espíritu cura
Cómo el amor sana
Cómo el árbol florece y la vida perdura
Que para llegar a Dios
Hay que aprender a ser humanos"🎶
Entonces pensé en esta humanidad, esa forma humana repleta de imperfecciones y llena de sentimientos que venimos a enfrentar, superar o al menos controlar. Esta humanidad que llevamos puesta, tal traje elegido por nuestra alma, por alguna misteriosa razón que desconocemos o que olvidamos en el camino, y que tenemos como propósito: descubrirnos cada día más para poder acercarnos a Dios.
Esta humnidad que Dios ama así, tal cual, imperfecta!
Para mí, humanidad se resume al día de hoy en compasión y agradecimiento.
Cuántos maestros pasaron por esta tierra tratando de enseñar el mismo mensaje que desde Jesús se compartió, y que muchos olvidamos practicar: la compasión hacia el otro, hacia nosotros mismos, el amor al prójimo, sin siquiera detenerse a creer que podemos juzgar.
Pero la compasión se fue apagando y normalizamos el juzgar.
Al llegar a la fila en la entrada del penal, siempre encontramos las mismas caras de todas las semanas.Es lindo saludar y abrazar esta comunidad penitenciaria con la que convivimos hace más de un año, porque llegaron a convertirse en eso: una comunidad de soporte.
Es difícil para cualquier familiar que llega de visita sentir, todas las semanas, el mal trato por parte de los oficiales o el personal. Ante los ojos de muchos, nosotros, por ser familiares, también somos culpables, y esto justifica el enojo rque reflejan con prepotencia y orgullo.
Ya normalicé tener que pasar a la requisa; quitarme toda la ropa frente a una desconocida y poner mis pies descalzos en el frío mientras me registran hasta el pelo. No hay otra opción y lo vale... ya estoy cerca de entrar y verlo!
Esto no es abuso?, no, jamás!, porque a los ojos de todos, esto es la ley. Se le puede llamar seguridad o precaución también, todo los términos con los que justificados por el miedo diseñamos los humanos para vivir en sociedad.
Se abre el portón y puedo ver a los compañeros de pabellón de mi hijo con una sonrisa que con el paso de los meses, se hizo familiar. Nos fundimos en abrazos y besos, entre los buenos días y las risas. Me ayudan con las bolsas y me acomodan todo en una mesa que prepararon con mantel para nuestra visita.
Mientras el oficial va a traer a Lucas a la celda, yo sirvo el café y acomodo las tortillas.
Esta mañana hablaba con Lucas de agradecer la oportunidad que tenemos de vernos todas las semanas.
Muchos de sus compañeros tienen a sus familiares en otras provincias lejanas, como El Chaco. Para tener una idea, aproximadamente a 1200 kilómetros del penal, y no viene nadie a visitarlos desde hace más de un año. Para ellos, llevo siempre algo de mercadería para que Lucas les comparta.
Sí... hoy me abracé varias veces en la mañana con chicos de un corazón excepcional, algunos muy lastimados por los calificativos que la sociedad usa para llamarlos: violadores, asesinos, ladrones.
Para mí son padres, hijos, abuelos, amigos, almas buenas que están recorriendo un camino y que necesitan de la comprensión que solo el amor sabe dar, pero, muchos de ellos nunca siquiera conocieron lo que fue sentirse amados, nunca escucharon un consejo, vivieron en carencias económicas y emocionales, para luego ser juzgados y almacenados en cuatro muros donde no sean visibles o tangibles para una sociedad común que vive en el marco de lo que creamos como leyes humanas, basadas en el miedo humano.
Espero que algún día empecemos a superar este miedo.
Me pasó por mucho tiempo, y el miedo llega a mezclarse con lo que consideramos: realidad.
Pero, ahora ya no tengo más miedo, porque tengo confianza en el amor, que puede ser más fuerte, sanador, liberador y reconstructor, el amor que eleva la conciencia a un nivel espiritual más alto.
La visita terminó a las 12:00 del mediodía, como todas las semanas.
Nos reímos, hablamos durante toda la mañana y empieza la fila para salir.
Salgo entre las mujeres, hombres y los niños que lloran por dejar a sus papás allá encerrados, justo el día antes del día del padre, lágrimas de despedida, abrazos, un grito de:
¡Te amo mami! ¡Gracias por venir!
Al salir, sigue la lluvia.
Y entonces, como todas las semanas, llevo a dos mamás de regreso hasta la estación de trenes, mientras hablamos de nuestros
hijos y los atrasos que tuvimos hoy para entrar, porque los policías estaban tomando mate con galletitas mientras nosotras esperábamos afuera que nos revisaran la mercadería, en el frío y la lluvia. Lo mismo de todas las semanas!
hijos y los atrasos que tuvimos hoy para entrar, porque los policías estaban tomando mate con galletitas mientras nosotras esperábamos afuera que nos revisaran la mercadería, en el frío y la lluvia. Lo mismo de todas las semanas!
Gracias a Dios, otro día de visita… y ahora a llegar a casa para limpiar el desastre que dejé en la cocina, lavar ropa y ayudar a Tomás con el estudio porque tiene exámen la próxima semana.
Agradezco tu lectura, bendiciones 🙏🏻
Carolina Solórzano
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Muchas gracias por tu lectura 🙏🏻
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Fuerzas y que Dios les colme de mucha bendición Cariño.
ResponderEliminarDios te ha dado el don de la palabra escrita para sensibilizar los corazones de todo aquel que les esté testimonio de vida
ResponderEliminarLa justicia injusta que viven muchos seres humanos por culpa de una sociedad que juzga de buenas a primera sin dar tregua y conocer el trasfondo de las verdaderas causas de los hechos. Justicia injusta, justicia de hombres nl justicia de Dios.
Con que sentimiento escribe todas estas. Panabras. Tan maravillosas con esa valentía y siempre con el afán de cumplir las metas. No se de por vencida Persevera y al cansarás de la mano de Dios
ResponderEliminarEstán en mis oraciones Carito. ❤️🙌
ResponderEliminarEres madre en todo el sentido de la palabra y cada una de sus letras..Le doy gracias a Dios porque crecimos en una familia en la que la famila es la raiz.. Vivimos un verdadero Ohana!!..(From Lilo and Stitch)...Aqui estoy prima....quizas no podre ayudar mucho pero mis brazos, mi corazón y mis 5 sentidos estan aqui para apoyarte...cuando necesites hablar, estare para ti..
ResponderEliminarHermoso blog el de hoy..Nos ensenas a valorar lo que para muchos ni es notirio porque siempre esta ahiiii...cuidate mucho Carito...Te quiero...
❤️
ResponderEliminarSimplemente una mamá, con un enorme corazón ♥️ q Dios t siga ayudando para seguir adelante y terminar con esta pesadilla 💪🏽🙏🏽
ResponderEliminarEres una guerrera, el Señor te premiará con muchísimas bendiciones. Te amo
ResponderEliminarQue Dios tome el control de esta situación tan dura y cruel, que Lucas no se suelte de sus brazos porque sé que el Señor está con él y justicia tendrá. Que el Señor y la Virgencita te siga dan esa fortaleza, fuerza, te guíen para hacer justicia y tener pronto a tu hijo en casa.
ResponderEliminarQue Dios te ayude en este caminar y pronto todo esto sea solo una historia del pasado 🤗
ResponderEliminarQue Dios te llene de mucha fortaleza Carolina desde tu pueblo te enviamos nuestras oraciones y apoyo… un abrazo fraternal Dios lis siga cuidando… eres una super mamá.. 🙏🏻❤️
ResponderEliminarSolo cuando somos madres podemos entender cada una de tus palabras. Desde ayer que lo supe, no he dejado de orar por ti y por tus hijos. Por Lucas. Por su libertad. Confío en Dios que pronto todo esto va a pasar. Dios está contigo.
ResponderEliminarHola mamá! Soy Alice Ma,de San Isidro de la Fortuna. Estudié en el colegio agropecuario de la Fortuna. En estos tiempos que estudiaban todos sus hermanas (o). A usted la conozco,creo que es la "chiquitilla". Por mi prima Lourdes Mora, que publicó su historia,hoy la estoy leyendo, tengo el corazón en un puñito y con una ligera sensación de dolor. No soy madre pero tía mamá.
ResponderEliminarHaré llegar está historia a todos y desde mi casa , aquí en Florencia, le puedo decir que la solidaridad contigo seguirá por siempre,con la fé puesta en el Señor que está tormenta pasará. Un abrazo cálido y una oración familia ticoargentina.
"Ésto también va a pasar"
Ay Caro, estoy leyendo y se me va estrujando algo por dentro. Cuando tenemos hijos recién ahí nos.dan el libro de maternidad. Crecemos con ellos, es el dia a dia. Pero no nos dicen como soportar tanto dolor. Eso se aprende desde.el amor. Y creciste tanto acá. Te admiro. Y te quiero.
ResponderEliminarCarol, se me apechuga el corazón, pero siento una gran admiración por tu valentía. Dios te bendiga y un abrazo fuerte desde tu hermoso pueblo.
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